Roma. 2015-03-16.-
Enseñar a jóvenes con ilusión es fácil, pero aguantar a los alumnos difíciles cuesta mucho. El Papa recordó a estos profesores que necesitan más apoyo los que menos estudian. Reconoció que no es fácil pero que vale pena.
FRANCISCO
"Jesús diría: si amáis sólo a los que estudian a los que son educados, ¿qué mérito tenéis? Y los hay que hacen perder la paciencia, pero a esos debemos amarlos más. Cualquier profesor se encuentra bien con los buenos estudiantes. A vosotros os pido que améis más a los estudiantes difíciles”.
"Francisco dijo a los profesores que tienen que enseñar a sus alumnos algo que no encontrarán ni en los libros ni en los ordenadores. Se trata de que aprendan los valores y comportamientos que necesita la sociedad". "Y vosotros debéis enseñar no sólo los contenidos de una materia, sino también los valores de la vida y las costumbres de la vida. Estas tres cosas debéis transmitir”. Francisco dijo que por eso hoy más que nunca se necesitan buenos profesores. Profesores que ayuden a los alumnos a mirar al futuro motivados pero, sobre todo, con mucha esperanza.
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